Carolina María de Jesús, la escritora que aún necesita ser conocida y reconocida

    Conozca la literatura negra y de favela de la escritora que, 60 años después de la publicación de su primer libro, continúa luchando contra el silenciamiento

    Por Caê Vasconcelos y Maria Teresa Cruz

    Carolina María de Jesús tiene numerosas novelas y poemas inéditos | Foto: Archivo Audálio Dantas

     

    14 de marzo de 1914. Ese fue el día en que nació Carolina María de Jesús. La escritora que se ganó al mundo con su libro Quarto de despejo: diário de uma favelada (Cuarto de desalojo o Cuarto de desechos, publicado en español como Quarto de despejo: diario de una mujer que tenía hambre). Falleció en 1977, pero muchas de sus obras aún no han sido publicadas.

    Mujer, negra y residente de la favela de Canindé, una comunidad ya extinta en la zona norte de la ciudad de São Paulo, Carolina nació en la ciudad de Sacramento, estado de Minas Gerais.

    El 14 de marzo, fecha de su cumpleaños, coincidiría, muchos años más tarde, con la historia de una mujer con características muy similares: Marielle Franco, concejal negra y socialista, asesinada esa misma fecha por atreverse a ser quien es. Así de atrevida fue Carolina María de Jesús. Con coraje, ambas imprimieron su huella en la historia de la resistencia negra.

    Carolina fue arrestada injustamente dos veces. La primera vez, fue acusada por la policía de ejercer brujería por estar leyendo un libro espiritualista. Después de su segundo arresto, cuando fue acusada de robar el dinero de un cura, la escritora migró a pie desde el estado de Minas Gerais hasta São Paulo.

    Carolina de Jesús se dio a conocer después de encontrarse con el periodista Audálio Dantas, en 1958. En ese entonces, el periodista trabajaba en el diario Folha da Manhã, del Grupo Folha, y publicó un artículo sobre Carolina, que tuvo grandes repercusiones. El periodista la ayudó a publicar su primer libro, titulado Quarto de despejo: diário de uma favelada, en 1960 (Cuarto de desalojo o Cuarto de desechos, publicado en español como Quarto de despejo: diario de una mujer que tenía hambre, editorial Abraxas. También fue publicado como parte del libro Cuarto de desechos y otras obras, editorial de la Universidad de los Andes). En pocos meses, la obra alcanzó la marca de 100 mil ejemplares y fue traducida a 15 idiomas. Después de la publicación, Carolina dejó la favela y se trasladó a una casa en el barrio de Santana, también en la zona norte de São Paulo.

    Ella llegó a São Paulo cuando la ciudad estaba en proceso de modernización y vio aparecer las primeras favelas. Construyó su chabola y se instaló en la favela de Canindé en 1947. Trabajó como recolectora de papel para mantenerse a sí misma y a los tres hijos que crió sola.

    Los escritos inéditos de Carolina María de Jesús van mucho más allá de sus diarios. Novelas, poemas, proverbios y obras de teatro se encuentran entre los materiales que aún no han llegado a los lectores.

    En vida, Carolina de Jesús publicó cuatro libros. En 1961, salió Casa de alvenaria: diario de uma ex-favelada (publicado en español como Casa de ladrillos, parte del libro Cuarto de desechos y otras obras, editorial de la Universidad de los Andes), y dos años más tarde, en 1963, Pedaços de fome (Pedazos de hambre) y Proverbios.

    En 1969 se trasladó a una pequeña finca en Parelheiros, en la periferia de la zona sur de la capital, donde vivió el resto de su vida. Después de su muerte, fueron publicados cinco libros más, pero muchas de sus novelas permanecen inéditas.

    En una entrevista a Ponte, la profesora Vera Eunice de Jesus Lima, de 66 años, hija de Carolina de Jesús, cuenta que su madre no quería ser recordada sólo por sus diarios y que, hasta hoy, todavía se está descubriendo quién fue, de hecho, su madre.

    Viví con mi madre durante 22 años y parece que no la conocí. Siempre me pregunto: “¿quién era esta mujer, Dios mío?””, bromea la hija. “Ella tenía una inteligencia única. Como decía Audálio Dantas, nunca más habrá una Carolina María de Jesús”.

    Carolina María de Jesús firmando el libro Quarto de despejo para Audálio Dantas junto a su hija Vera | Foto: Archivo Audálio Dantas


    Vera cuenta que busca los escritos inéditos de su madre. “Mi saga actualmente es montar su colección, dejar todo en un solo lugar. Quiero que la gente vea, tenga acceso, sepa quién era Carolina María de Jesús. No quiero que sus cosas estén en un cajón”, dice
    .

    La tarea de divulgar el legado de Carolina de Jesús por todo el mundo fue dada a Vera por su propia madre, quien en su lecho de muerte le pidió a su hija que no la dejara desaparecer. Era ella quien corregía los textos de Carolina, incluso cuando era niña.

    Cuando mi madre murió, me entregó una carta en la que me pedía que difundiera su nombre, que no la dejara morir. Me pidió que buscara algunos libros que ella sabía que estaban con otras personas”, dice Vera.

    La profesora habla de su madre con nostalgia y admiración. “Aunque pasamos hambre, ella era una madre presente que buscaba transmitirnos cultura. Aprendí a leer con ella. Nos trajo mucho arte, tocábamos la guitarra, cantábamos mucho”, recuerda.

    Ella representa el silenciamiento de las mujeres negras”

    La investigadora Fernanda Rodrigues de Miranda, de 34 años, Doctora en Letras de la USP (Universidade de São Paulo), quien presentó un análisis sobre la obra de Carolina de Jesús en su tesis de maestría, cuenta un poco sobre las obras inéditas de la escritora de Minas Gerais.

    Fernanda dice que el libro Pedaços de fome (Pedazos de hambre) publicado por Carolina de Jesús en 1963, es la tercera novela de una autora negra publicada en Brasil. “Antes de ella hay una de Marina Firmina dos Reis y otra de Ruth Guimarães”, explica la investigadora a Ponte.

    A pesar de estudiar a la autora hace más de 7 años, desde que cursó su maestría, en 2013, Fernanda afirma que es difícil responder quién fue Carolina María de Jesús. La complejidad de la obra de Carolina, explica Fernanda, no puede ubicarse en una sola caja.

    Se dio a conocer por el personaje de la favela sobre el que escribe, pero su proyecto literario implica una escritura multifacética”, detalla Miranda.

    Carolina era irónica y extremadamente sarcástica, con un texto muy lírico y poético. Hay una serie de rasgos en su escritura que se borran porque siempre trabajamos en esa órbita de la favela sobre la que ella escribe”, sigue la investigadora.

    Para Miranda, incluso hoy, 43 años después de su muerte, a Carolina de Jesús todavía la afecta la supresión sistemática que existe de la voz de la mujer negra.

    Podemos pensar en Carolina en este contexto de la mujer negra que sufrió prejuicios de todos los lados, en todos los niveles y en todos los sentidos y que, aún hoy, no ha logrado que su proyecto literario se conozca y reconozca”.

    Todavía no conocemos realmente la producción de Carolina, que es inmensa. Ella tiene seis o siete novelas escritas que no han sido publicadas. Si estas novelas se publicaran, ya se alteraría completamente la condición minoritaria – en términos de cantidad de obras publicadas – de las mujeres negras”, dice Miranda.

    No hay forma de hablar de Audálio sin hablar de Carolina y viceversa”

    La periodista Vanira Kunc, de 62 años, recuerda la historia de Carolina de Jesús a través de los ojos de su marido, Audálio Dantas, fallecido el 30 de mayo de 2018. Vanira cuenta a Ponte que ella no conoció la escritora en vida, pero se acercó mucho a su hija, Vera Eunice. “Primero me enamoré de Vera y luego de Carolina”, confiesa.

    Muchos originales de Carolina de Jesús se quedaron con Audálio y ahora están con Vanira. “Audálio donó a la Biblioteca Nacional, de conversaciones a originales. Él dio muchas entrevistas y conferencias para contar cómo fue convivir con Carolina”.

    Audálio Dantas conoció a Carolina de Jesús cuando era reportero y fue a hacer un reportaje en la favela de Canindé. Cuando llegó allí, escuchó a Carolina hablar de un libro que estaba escribiendo.

    Carolina de Jesús caminando junto a Audálio Dantas en la favela de Canindé en la década de 1950 | Foto: Archivo Audálio Dantas

    Conceição Evaristo dijo más o menos esta frase: “Audálio no descubrió Carolina, Carolina se mostró a Audálio’”, recuerda la periodista.

    Vera Eunice, hija de Carolina de Jesús, a la izquierda, junto a Audálio Dantas, en el medio, y Marisa, nieta de Carolina | Foto: archivo personal

    Carolina en cómics y escuelas

    João Pinheiro, ilustrador y guionista, conoció a Cuarto de desalojo viendo un programa de televisión sobre rap, cuando una cantante citó el nombre de la escritora. Tomó nota, compró, leyó y compartió el libro con su esposa, la profesora e investigadora Sirlene Barbosa. Nacía entonces el sueño de transformar la historia de Carolina en un cómic, ampliar el alcance y combatir la invisibilización de su obra.

    En ese contexto, después del golpe de Estado de 1964 [comienzo del período de la dictadura militar en Brasil que seguiría hasta los años 1980], una escritora negra habitante de una favela, que denunciaba todas las miserias de la sociedad en un contexto dictatorial, no caía bien. No querían mostrar una realidad que no fuera consistente con lo que predicaban, es decir, que el país tenía igualdad racial, que el país estaba mejorando económicamente. Entonces ella era una molestia”, explica João Pinheiro. “Incluso en la academia, que es blanca y tampoco toma en cuenta la importancia de Carolina”, dice.

    El libro Carolina, publicado por la editorial Veneta, ganó el premio especial del Festival del Cómic de Angulema, el más importante en el mundo del género, una especie de Cannes de los cómics, en 2019. Esperan que la publicación ayude a que Carolina llegue a más y más personas, especialmente docentes y jóvenes.

    [En 2013] Hice una encuesta con 40 profesores, profesores de salas de lectura de la junta regional de Itaquera [región donde también trabaja Sirlene, en la zona este de la ciudad de São Paulo] y de éstos, cinco habían oído hablar de ella, y una pareja acababa de empezar a leer Cuarto de desalojo”, recuerda. “Así que si el libro sirve para que algunas personas nos digan, ‘Yo no la conocía, me enteré por su libro’, entonces, habré logrado mi meta”.

    Según Sirlene, es esencial que el libro llegue también a las escuelas. Ella dice que después de una conferencia sobre la escritora, una de sus estudiantes en una clase especial para adultos que no completaron sus estudios, confesó que se había inspirado en Carolina para separarse de su marido abusivo.

    Para João Pinheiro, la palabra que define bien la obra de Carolina es superación. “Su historia es muy triste, demasiado pesada. Pero a la vez ella tiene mucha fuerza. Así que a pesar de la miseria, el hambre, la situación degradante que estaba viviendo, por otro lado tenía mucha fuerza y persistencia. Y superaba todo, aun frente a las dificultades, ella se las arreglaba para seguir adelante, levantarse todos los días y no darse por vencida. Eso es lo principal”, dice.

    Sirlene Barbosa y João Pinheiro: colaboración de vida | Foto: archivo personal

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    […] um desses pontos, os organizadores contam histórias de personagens negros, como Luiz Gama e Carolina Maria de Jesus, e conta sobre a importância dos locais para a história […]

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